
En el norte de Cundinamarca, en plena Provincia de Ubaté, se encuentra Simijacá, un municipio de tradición agrícola, raíces indígenas y paisajes tranquilos que invitan al descanso. Reconocido por su cercanía con la Laguna de Fúquene, sus fértiles tierras y su patrimonio cultural, Simijacá es ideal para el turismo rural, ecológico y patrimonial, a pocas horas de Bogotá.
¿Dónde queda Simijacá?
Simijacá está ubicado a unos 140 km de Bogotá, a aproximadamente 3 horas por carretera, y se conecta fácilmente desde Ubaté o Chiquinquirá. Su nombre proviene de la lengua muisca, y se traduce como “tierra del descanso”, reflejando perfectamente su atmósfera tranquila y pausada.
Atractivos turísticos de Simijacá
- Templo Parroquial San Miguel Arcángel
Ubicado en el centro histórico del municipio, es un símbolo del legado católico colonial. Su arquitectura, de influencia republicana, destaca por su imponencia y valor cultural.
- Laguna de Fúquene (sector Simijacá)
Parte del espejo de agua de la Laguna de Fúquene pertenece al municipio. Esta zona es ideal para actividades de avistamiento de aves, caminatas ecológicas, fotografía y educación ambiental.
- Caminos rurales y rutas campesinas
Simijacá conserva veredas activas y productivas, perfectas para el turismo rural. Allí es posible hacer recorridos entre cultivos de papa, maíz, ganadería lechera y viveros de flores, con la opción de interactuar con las comunidades locales.
- Piedra de La Ventana
Un atractivo natural poco explorado, ubicado en zona rural, que ofrece vistas panorámicas del valle, ideal para caminatas de aventura y fotografía de naturaleza.
- Tradiciones culturales y religiosas
Simijacá celebra fiestas patronales con procesiones, música típica, ferias ganaderas y gastronómicas, que reflejan el arraigo de su gente y la conexión con la tierra.
Actividades turísticas recomendadas
Avistamiento de aves en la ribera de la Laguna de Fúquene.
Recorrido fotográfico por la zona urbana y sus casonas coloniales.
Degustación de productos lácteos y cocina campesina (arepas, mazamorra, cuajada con melado).
Senderismo en la zona montañosa y visitas a miradores naturales.
Participación en mercados agroecológicos locales.
¿Por qué visitar Simijacá?
Porque es un lugar que ofrece una experiencia auténtica de campo colombiano, con acceso a la naturaleza, hospitalidad campesina y cercanía a uno de los ecosistemas hídricos más importantes del país. Simijacá es perfecto para desconectarse del ritmo urbano y reconectar con la esencia del altiplano cundiboyacense.
Entre historia ancestral y paisajes lecheros de la Provincia de Ubaté¡